Tanto las empresas locales como las más grandes (a veces mundiales) con ánimo de lucro forman parte necesariamente del ecosistema de la escuela y del niño. Sin embargo, la colaboración con las empresas es una patata caliente para muchas escuelas y profesores que temen que las empresas exploten y manipulen a los niños. Sin embargo, es inevitable abordar este elemento de compromiso con la comunidad externa, especialmente cuando se trata de utilizar la tecnología digital.
Un grupo de expertos del Consejo de Europa, compuesto por representantes de las partes interesadas, responsables políticos, juristas, expertos en digitalización y representantes de la industria, elaboró unas directrices para los centros escolares en este ámbito (Directrices para apoyar asociaciones equitativas entre las instituciones educativas y el sector privado), centradas especialmente en la colaboración para una ciudadanía digital activa. Se adoptó en octubre de 2021. https://rm.coe.int/guidelines-to-support-equitable-partnerships-of-education-institutions/1680a4408b
“Las directrices para apoyar asociaciones equitativas de instituciones educativas y el sector privado se basan en un despliegue significativo y ético de las tecnologías digitales en entornos educativos con el fin de desarrollar la ciudadanía digital. La asociación en este contexto se refiere a un acuerdo de cooperación para avanzar hacia el objetivo común de la ciudadanía digital. El reconocimiento de la responsabilidad compartida de promover la cultura democrática en el entorno digital se aplica a todos los socios potenciales, ya sea a nivel gubernamental, en la sociedad civil, en el sector privado, incluida la sociedad civil, en la educación y dentro de las comunidades de usuarios.
A través de la educación y las asociaciones con el sector privado, éste puede asumir su responsabilidad social corporativa y tratar de concienciar y apoyar la ciudadanía digital.”
Las directrices definen el papel del sector privado y las escuelas, así como las responsabilidades conjuntas en los tres ámbitos de la ciudadanía digital: estar en línea, derechos en línea y bienestar en línea.
Se trata de un ámbito de creciente importancia. Una reciente revisión de las prácticas digitales que tienen en cuenta y mejoran los derechos del niño ha puesto de manifiesto que la mayoría de las prácticas inspiradoras en este ámbito son desarrolladas por la industria. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) también hace cada vez más importante este tipo de colaboraciones.
Ensayo:
Piensa en las últimas 24 horas, y en tu diario de aprendizaje enumera
- Los dispositivos digitales que ha utilizado
- Las plataformas digitales que ha visitado
- Los servicios de apoyo digital que ha utilizado
Una vez que tengas la lista, tacha todos aquellos elementos de la lista que un niño de edad similar a la de tus alumnos seguramente no utilizaría.
Fíjese también en su primera reacción ante las listas.